El galdr es la entonación del sonido rúnico y su vibración. Es el canto que se le pronuncia a las Runas para conferirles poder. El canto rúnico es un canto donde vibra nuestro pecho, y lo cantamos lento y alargando al máximo su pronunciación. Es algo parecido a los mantras, que son palabras con un sonido vibracional especifico. Es muy importante la pronunciación correcta de cada Runa, pues cada una de ellas tiene un sonido particular, y es el sonido propio en cada Runa el que emite ese “sonido o frecuencia vibracional”. Para los pueblos germánicos, los cánticos eran de gran importancia en la magia y, a pesar de que en su mayoría se han perdido, sobrevivieron muchos a través de los hechizos populares.

Los cánticos rúnicos son una llamada al espíritu de cada una de las Runas, para que éstas se manifiesten, de ahí a su gran importancia. De esta manera, nos concentran y conectan, a través de la frecuencia que emitimos, con las energías rúnicas. Estos cánticos suelen ser breves, ya que persiguen directamente su objetivo. Se suelen cantar repetidamente tres o nueve veces. Suelen hacerse tres veces para que se manifieste la energía de cada Runa, o repetirse nueve veces para alterar la conciencia y conducirnos a un estado de trance, para que la energía rúnica y el mensaje llegue al subconsciente. Se suele hacer el canto rúnico de pie, con los brazos abiertos hacia el cielo, en posición como la Runa Elhaz, Runa de protección que muchos vitkis llevan como amuleto para trabajar con la magia y el poder de las Runas.

Evidentemente, evocar las Runas va ligado al envío. Son dos etapas de un mismo acto. La acción de evocar hace que las Runas se manifiesten, y el envío dirige esas energías a nuestro objetivo. Con los poderes de la magia rúnica ejercemos una influencia de gran importancia en el multiverso y la creación.